11 de junho de 2007

a esquerda do carballiño



No sé si alguna vez les ha pasado a usted
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo.






Que la ciudad exista tranquilamente lejos.
El secreto es apoyarse digamos en un tronco



y oír a través del aire que admite ruidos muertos
cómo en Millán y Reyes galopan los tranvías




No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes


pero el Jardín Botánico siempre ha tenido


una agradable propensión a los sueños


a que los insectos suban por las piernas


y la melancolía baje por los brazos


hasta que uno cierra los puños y la atrapa.






Después de todo el sercreto es mirar hacia arriba


y ver cómo las nubes se disputan las copas


y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.


No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes


ah pero las parejas que huyen al Botánico


ya desciendan de un taxi o bajen de una nube


hablan por lo común de temas importantes


y se miran fanáticamente a los ojos


como si el amor fuera un brevísimo túnel


y ellos se contemplaran por dentro de ese amor.






Aquellos dos por ejemplo a la izquierda del roble


(también podría llamarlo almendro o araucaria


gracias a mis lagunas sobre Pan y Linneo)


hablan y por lo visto las palabras


se quedan conmovidas a mirarlos


ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos.




No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes


pero es lindísimo imaginar qué dicen


sobre todo si él muerde una ramita


y ella deja un zapato sobre el césped


sobre todo si él tiene los huesos tristes


y ella quiere sonreír pero no puede.


Para mí que el muchacho está diciendo


lo que se dice a veces en el Jardín Botánico


ayer llegó el otoño


el sol de otoño


y me sentí feliz


como hace mucho


qué linda estás


te quiero


en mi sueño


de noche


se escuchan las bocinas


el viento sobre el mar


y sin embargo aquello


también es el silencio


mirame así


te quiero


yo trabajo con ganas


hago números


fichas


discuto con cretinos


me distraigo y blasfemo


dame tu mano


ahora


ya lo sabés


te quiero


pienso a veces en Dios


bueno no tantas veces


no me gusta robar


su tiempo


y además está lejos


y vos estás a mi lado


ahora mismo estoy triste


estoy triste y te quiero


ya pasarán las horas


la calle como un río


los árboles que ayudan


el cielo


los amigos


y qué suerte


te quiero


hace mucho era niño


hace mucho y qué importa


el azar era simple


como entrar en tus ojos


dejame entrar


te quiero


menos mal que te quiero.




No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes


pero puede ocurrir que de pronto uno advierta


que en realidad se trata de algo más desolado


uno de esos amores de tántalo y azar


que Dios no admite porque tiene celos.





Fíjense que él acusa con ternura


y ella se apoya contra la corteza


fíjense que él va tildando recuerdos


y ella se consterna misteriosamente.




Para mí que el muchacho está diciendo


lo que se dice a veces en el Jardín Botánico


vos lo dijiste


nuestro amor


fue desde siempre un niño muerto


sólo de a ratos parecía


que iba a vivir


que iba a vencernos


pero los dos fuimos tan fuertes


que lo dejamos sin su sangre


sin su futuro sin su cielo


un niño muerto


sólo eso


maravilloso y condenado


quizá tuviera una sonrisa


como la tuya


dulce y honda


quizá tuviera un alma triste


como mi alma


poca cosa


quizá aprendiera con el tiempo


a desplegarse


a usar el mundo


pero los niños que así vienen


muertos de amor


muertos de miedo


tienen tan grande el corazón


que se destruyen sin saberlo


vos lo dijiste


nuestro amor


fue desde siempre un niño muerto


y qué verdad dura


y sin sombra


qué verdad fácil y que pena


yo imaginaba que era un niño


y era tan sólo un niño muerto


ahora qué queda


sólo queda


medir la fe y que recordemos


lo que pudimos haber sido


para élque no pudo ser nuestro


qué más


acaso cuando llegue


un veintitrés de abril y abismo


vos donde estés


llevale flores


que yo también iré contigo.


No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes


pero el Jardín Botánico es un parque dormido


que sólo se despierta con la lluvia.


Ahora la última nube ha resuelto quedarse


y nos está mojando como a alegres mendigos.


El secreto está en correr con precaucione


sa fin de no matar ningún escarabajo


y no pisar los hongos que aprovechanpara nacer desesperadamente.


Sin prevenciones me doy vuelta y siguen


aquellos dos a la izquierda del roble


eternos y escondidos en la lluvia


diciéndose quién sabe qué silencios.


No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes


pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico


aquí se quedan sólo los fantasmas.


Ustedes pueden irse.


Yo me quedo.




este foi o primeiro poema que coñecín de Benedetti,


fermosura triste,


como a dos buratiños pulidos que atopei no fondo do barbantiño,


alí onde antes caía unha fermosa fervenza, agora


achicada por unha minicentral eléctrica.




Esta tarde,


sentada na herba,


a sombra dos muros que resistirón os incendios do viñao o pasado vran,


alí,


pendurouseme este poema,


e


alí ficou, toda a tardiña,


a esquerda do carballiño que da sombra a miña casa.

2 comentários:

Moralla disse...

Estamos predestinadas, miña insomne! que che vou dicir que non saibas de Benedetti! Mira ti! gostamos de H.Miller e agora con este pedazo de sutil poeta. Seguiremos co noso roteiro de coincidencias.
Bicos colibrí
Yoli ;-)

insomniorizar disse...

bicos para ti tamén.
gusto das coincidencias
gusto de pensar tamén que tódalas mulleres somos paralelas,
que camiñamos cara un mesmo soño, pero que a maioría das veces obviamos, que outras mulleres nos acompañan.
un día de estos, vamos ter que mirar para os lados, e xa verás todas xuntas, faremos posibles as utopías.
un bico, unha vez máis.